Todos estamos expuestos a la incesante publicidad que apela a nuestras emociones y hábitos para convencernos de que necesitamos más de lo que realmente es necesario.
Esta presión les llega sobre todo a los jóvenes, a través de la amplia difusión digital y la enorme cantidad de canales de información de que disponen.
Es responsabilidad de los padres y educadores enseñar a los jóvenes a ahorrar lo antes posible. Es cierto que no es facil cuando no se tienen ingresos o, si se tienen, no son estables, pero no siempre es imposible.
Vamos a mostrarte algunas sugerencias que pueden ayudarte a gastar menos en cosas innecesarias y fomentar la cultura del ahorro.
- Evita comprar de manera impulsiva. Antes de comprar un artículo con una gran oferta, dedica un tiempo a analizar si en realidad lo necesitas, cuánto tiempo lo usarás, cuánto tardará en dejar de ser actual y en las consecuencias económicas de comprarlo y mantenerlo, entre otras cuestiones. Si piensas con detenimiento en estas cosas, y dejas que pasen unos días, comprobarás si en realidad vale o no la pena.
- Pide consejo u opinión a alguien experto. Es buena idea que consultes con alguien de confianza que sepa del asunto, que pueda asesorarte o que haya comprado ese artículo que deseas. En la multitud de consejeros se producen mejores resultados, dice un proverbio.
- Si estás desanimado, no es el mejor momento para ir de compras. Hay una sustancia que produce el cerebro, llamada “dopamina”. Cuando estamos desanimados, por lo general, comprar cosas puede dar una sensación de placer, pero es pasajera y temporal. Cuando se pasan los efectos, quizás quieras comprar más y más, lo cual luego podrías lamentar. Lo mejor, cuando estés desanimado, es salir a hacer ejercicio, pasear, escuchar música y, sobre todo, buscar la compañía de buenos amigos.
- No gastes para sentirte aceptado. Es lógico que nos influyan los gustos, estilos y conversaciones de aquellos con los que pasamos mucho tiempo. Por ello, si tus amistades están influyendo en que gastes innecesariamente o por encima de tus posibilidades, quizás sea lo mejor buscar amigos o compañías que no den tanta importancia al dinero y las cosas materiales.
- Analiza tu situación económica. Lleva un registro de tus ingresos y gastos. Por ejemplo, una tabla en Excel suele ser muy útil. De esta manera podrás conocer realmente lo que puedes gastar y qué puedes destinar a determinadas compras. Revisa habitualmente tus ingresos y gastos y adáptalos según vaya siendo necesario.
- Cuidado con las tarjetas de crédito. Con ellas es más fácil comprar sin pensar en las consecuencias. Trata de no financiar los gastos y gasta lo que puedas pagar de una sola vez, al final del mes. Dedica tiempo y averigua cuales son las tasas de interés y los cargos de tus tarjetas, y busca otras que sean menos costosas, de ser necesario. Ten cuidado con las tarjetas que te ofrecen beneficios que tal vez no necesitas ya que podrían tener intereses más altos. Si quieres comprar algo costoso, es mejor no usar la tarjeta, sino ahorrar y pagarlo al contado.
Estos son algunos consejos que, si los tienes en cuenta, te pueden ayudar a ser más cuidadoso con tus gastos y a destinar parte de tu dinero a ahorrar. Cuanto antes empieces a ahorrar antes harás de ello un hábito y, con el tiempo, agradecerás haber empezado pronto, pues ese dinero junto con el interés compuesto permitirá que vayas generando un buen capital para tu futuro.
Desde MUPITI, te animamos a hacer este ejercicio y que valores comenzar a ahorrar. No olvides que somos expertos en previsión social y que nuestros asesores pueden ayudarte a analizar las diferentes opciones de ahorro para ti.