
Vender en estos tiempos es como intentar mantenerse de pie, en el mar, sobre una colchoneta hinchable. Se puede, aunque requiere un enorme equilibrio y mucha concentración, pues al menor despiste te caes.
Este símil representa bien lo que ha sido la actividad comercial en 2020. Nuestro Plan Comercial comenzó según lo previsto, incluso algo mejor de lo previsto, hasta que todo cambió. Sin embargo, aunque hay situaciones que escapan a nuestro control, nunca perdemos todo el control. Porque tenemos el control de nosotros, de cómo vamos a superar el desafío o el obstáculo. Esa es nuestra decisión.
Y, ¿qué hemos decidido hacer en Mupiti, concretamente en el área de ventas?
Podría resumirse en algo que debería ser la Biblia de nuestras Instituciones, que no tienen ánimo de lucro: Anteponer los intereses generales a los individuales.
Esa máxima supuso suspender algunas actividades comerciales y campañas pues no era el tiempo oportuno, para los intereses generales. En ese momento tocaba entender qué estaba sucediendo, no en el mundo, que era obvio, sino en las vidas de nuestros mutualistas y colegiados. Si algo es consustancial en el ser humano es que todos necesitamos que se nos muestre empatía e interés sincero en cómo estamos y cómo está nuestro entorno. Y eso hicimos.
La actividad comercial más pura se transformó en llamadas de interés en nuestros compañeros para saber cómo estaban y en qué podía su mutualidad ser útil para ellos en estos momentos. Nos consta, por los diversos comentarios de agradecimiento, que se sintieron escuchados y sobre todo valorados. Aunque durante los primeros meses de la pandemia esto redujo significativamente las ventas inmediatas, era el momento de demostrar, como nunca antes, lo que somos y nos diferencia de otras entidades: Nuestro estilo.
No tenemos duda de que la forma en que se atienda, especialmente durante esta crisis, va a condicionar la fidelidad de quienes confían en sus entidades, en nuestro caso los mutualistas, pues pondrán en valor el trato, la rápida resolución de sus peticiones y la calidad del servicio, más allá del producto y el coste.
Aunque inicialmente el plan estaba diseñado de otra manera, ha sido un año en el que hemos trabajado día a día, de uno en uno. Esto ha permitido ir tasando las acciones, los tiempos y que percibamos con claridad cuando ha sido y es el momento de ayudar en lo económico, en el ahorro. Así pues, las tres acciones comerciales del último trimestre del año -campaña de otoño, Black Friday y campaña de fin de año para las aportaciones- han sido bien recibidas y aprovechadas por muchos.
Estamos a punto de culminar el ejercicio y el Plan Comercial de 2020.
Nos dejará, pese a todo, un buen sabor de boca por el trabajo bien hecho y la planificación flexible y acertada. Todo ello, en manos de un equipo comercial comprometido y maduro, nos aproximará a unas cifras de consecución de los objetivos muy cerca del 90%.
Lo aprendido nos ayudará a planificar el 2021. Tenemos muy claro que el pasado es útil siempre que no dejemos de mirar al frente. Es como conducir un coche. Cuando miramos el retrovisor lo hacemos de vez en cuando, y un breve instante. Así sabemos qué dejamos atrás, pero no nos quedamos mirando el retrovisor pues las consecuencias son obvias. Debemos mirar hacia adelante, concentrados en el presente y observando el horizonte visible, lo que se ve.
Y, aunque prepararemos el Plan Comercial para 2021, seguiremos trabajando día a día, de uno en uno, fieles a nuestro estilo y concentrados en la razón de ser de nuestra entidad: El interés general siempre está por encima de cualquier interés personal.