Nunca hemos tenido tantos medios para comunicarnos y nunca tantas personas han admitido sentirse solas.
Algunos sociólogos citan un estudio que indica que “el incremento del uso de Internet aumenta la posibilidad de aislamiento social y depresión cuando el medio electrónico suplanta formas más tangibles de contacto humano” (Loneliness—Human Nature and the Need for Social Connection).
Y no parece que vaya a mejorar, ya que el ritmo de la sociedad moderna no fomenta las relaciones humanas afectuosas. Incluso muchas familias que viven juntas casi no mantienen conversaciones significativas, pues cada cual está inmerso y aislado usando su dispositivo electrónico para ver su serie favorita, jugar a videojuegos o consumiendo sin control los contenidos de las redes sociales.
Otros que especialmente sufren este problema son los padres que se han hecho mayores y viven solos. El frenético ritmo de vida y las largas jornadas laborales casi no dejan tiempo ni energías a los hijos para estar con sus progenitores.
La soledad es un auténtico peligro social, ya que puede llevar al alcoholismo, a comer compulsivamente, abusar de sustancias adictivas y al suicidio.
No es lo mismo estar solo que sentirse solo. Estar solo no siempre es malo, pues en ocasiones es una necesidad para buscar serenidad, descanso y tranquilidad. Pero sentirse solo es una condición emocional negativa por sentir que no le importamos a nadie y que somos personas incomprendidas, aun cuando estemos acompañados o rodeados de muchas personas.
¿Qué agrava los sentimientos de soledad?
La pérdida de un ser querido
Esto deja un vacío enorme en la vida del otro, sobre todo si han pasado mucho tiempo unidos.
Comunicación fría e impersonal
El uso de la tecnología como medio para comunicarse se interpone entre las personas, pues se promueve el aislamiento debido a que, en lugar de hablar o verse, la gente prefiere poner mensajes de texto a través de las redes sociales.
Vivir en grandes ciudades
Es fácil observar que en las grandes ciudades la mayoría no sabe siquiera quienes son sus vecinos, viviendo en comunidad, pero en total “soledad”, lo cual es paradójico. La falta de confianza en los demás y el deseo de proteger la intimidad también lleva a muchos a no “abrir” sus vidas a otros.
Nuevos entornos de trabajo
Tras la pandemia del Covid- 19 muchas empresas optaron por el teletrabajo continuo. Esto ha dado lugar a una sensación de desarraigo laboral y ha aislado más a los empleados, impidiéndoles interactuar con sus compañeros en persona. El teletrabajo, cuando es opcional y se alterna con días presenciales, puede ser muy positivo; pero cuando es continuado y permanente puede provocar sentimientos de soledad.
Estas son tan solo algunas causas, hay más. No obstante, es posible hacer algunos pequeños cambios en nuestra vida para vencer la soledad.
Cómo vencer la soledad
La actitud
Puede que nosotros generemos el problema con nuestra forma de actuar cuando estamos con otras personas. Por ejemplo, podríamos estar acompañados y a la vez sentirnos solos sencillamente porque no compartimos la manera de razonar o pensar de los que están hablando y dejamos de prestar atención, desconectamos mentalmente o nos ponemos a ver nuestro teléfono. Pero ser tolerantes, de mente abierta y respetuosos, escuchando a los demás sin juzgarlos, puede ser muy enriquecedor y una experiencia interesante.
También, debemos ser respetuosos y prestar atención a las conversaciones cuando estamos con otros, dejando a un lado o incluso apagando o poniendo en silencio nuestros dispositivos electrónicos.
¿Podemos hacer un esfuerzo por ser más abiertos en determinadas circunstancias?
Quienes se sienten solos tienden al aislamiento. Pero si te esfuerzas por conocer a otras personas, comenzando una conversación con un sencillo “hola” y una sonrisa sincera, es probable que eso de pie a entablar una agradable conversación. En el transporte, cuando esperamos en una fila, de compras o en el médico, se pueden presentar oportunidades de abrirnos en lugar de aislarnos.
Limitemos el tiempo de uso de las redes sociales, series, películas o videojuegos.
Tras horas mirando una pantalla entretenidos con su contenido, cuando la apaguemos nos daremos cuenta de que seguimos tan solos como antes. Limitar el tiempo de uso nos ayudará a encontrar nuevas amistades y a cuidar y mantener las que ya tenemos.
Definamos cuanto tiempo usaremos los dispositivos y cuanto pasaremos con nuestros amigos o familiares y luego tratemos de cumplirlo.
Relacionarse con otras personas es una buena manera de mitigar la soledad y, además, aporta beneficios a la salud. Una idea es llamar por teléfono a algún amigo, familiar o compañero de trabajo al menos una o dos veces por semana.
Igualmente, ¿por qué no fijamos un día a la semana, o al menos cada quince días, para hacer una visita a nuestros padres, abuelos o amigos? Hacer esto nos ayudará a evitar sentimientos de soledad, pues se ha comprobado que cuando hacemos cosas por otros y nos interesamos en ellos, somos más felices y nos sentimos bien. Y, claro, cuanto más hagamos por otros, provocaremos que se interesen también por nosotros, generando un círculo virtuoso que reducirá o eliminará los sentimientos de soledad.
Como siempre, desde Mupiti alentamos todo lo que pueda ser beneficioso para nuestra salud física, mental y emocional. Así que, ánimo, no tienes por qué sentirte solo.