MUPITI, con el objetivo de acercar la Mutualidad a todos los colegiados, ha puesto en marcha una serie de entrevistas con sus delegados territoriales. En esta ocasión, hablamos con José Antonio Cánovas Sánchez, delegado de MUPITI en el COITIRM. Desde su experiencia, nos comparte su visión sobre el papel de la Mutualidad, su utilidad real para los ingenieros y cómo MUPITI responde en situaciones clave de la vida profesional.
1- ¿Qué convierte a MUPITI en una opción verdaderamente ventajosa frente a otras entidades de previsión social?
Pues mira, para empezar, MUPITI no es una aseguradora al uso. Aquí no se trata simplemente de contratar un seguro, sino de formar parte de algo más: una comunidad profesional que se cuida entre compañeros. Somos una Mutualidad sin ánimo de lucro creada por ingenieros técnicos industriales, y eso se nota. Porque quienes toman las decisiones estratégicas no son ejecutivos de traje y corbata ajenos a nuestra realidad, sino colegas de profesión que conocen perfectamente nuestras inquietudes. Y eso, quieras que no, marca un rumbo diferente.
Luego está la atención. Nada de robots ni operadores impersonales. Aquí se responde con claridad y con humanidad. Si hay algo que no entiendes, se explica. Y si tienes una duda, se resuelve sin pasar por cinco filtros.
Las condiciones son también parte de lo que nos hace distintos: sin letra pequeña, sin giros inesperados. Todo claro, todo sobre la mesa.
Y después está una de las grandes diferencias: ofrecemos una alternativa al RETA que permite a los compañeros gestionar su propio ahorro para la jubilación, con libertad, con control, y sin depender de un sistema que reparte lo que entra en vez de construir lo que vendrá. Aquí uno sabe cuánto pone… y cuánto va a recibir.
Y lo mejor de todo: los beneficios no van a parar a inversores externos. Se reparten entre los mutualistas. Aquí, lo que se genera, vuelve. Y vuelve para los mismos que lo han hecho posible.
“Aquí uno sabe cuánto pone…
y cuánto va a recibir.”
José Antonio Cánovas Sánchez
2- ¿Cómo acompaña MUPITI a los colegiados de vuestra provincia en cada etapa de su vida profesional y personal?
Lo bueno de MUPITI es que no es una solución única para todos. Es un acompañamiento real, que se adapta a cada etapa profesional.
Cuando un ingeniero arranca, tiene una opción que no ofrece nadie más: puede escoger MUPITI como alternativa al RETA. Es una opción legal y totalmente válida, que le permite gestionar sus aportaciones con más flexibilidad, y lo más importante: sabiendo que está construyendo su propio ahorro. Después vienen esos años en los que uno empieza a despegar: la hipoteca, los hijos, los proyectos. Y ahí es donde entran en juego los seguros de vida, la incapacidad, las soluciones de ahorro que se ajustan a lo que cada uno necesita. Luego llega la etapa de consolidación, cuando ya te has hecho un hueco, y es momento de mirar al futuro. MUPITI ofrece planes de previsión asegurados y otras herramientas que te permiten organizar ese ahorro con cabeza, aprovechando también las ventajas fiscales.
Y claro, con los años uno empieza a preguntarse: ‘¿Y cómo cobro todo esto?’ Pues ahí también estamos: para ayudarte a decidir cómo percibir tus prestaciones, con información clara, comparando opciones, y teniendo siempre en cuenta el impacto fiscal.
Yo, como delegado, trato de estar ahí en cada uno de esos momentos. No solo para informar, sino para asesorar, para acompañar, para resolver dudas y ayudar a tomar decisiones importantes. Me gusta que confíen en mí y que vean en MUPITI una herramienta útil, práctica y bien gestionada. Y, por supuesto, todo eso lo hacemos con el respaldo de un equipo técnico de primera, que está detrás para asegurar que cada paso se dé con seguridad.
3- ¿Qué valores o aspectos de la gestión de MUPITI generan mayor confianza?
Para mí hay varios pilares que generan confianza de verdad. El primero, sin duda, es la solvencia. En MUPITI no vamos al límite. Tenemos un margen de seguridad muy por encima de lo exigido —más del 200?%—. Eso no es estar ajustado, eso es gestionar con previsión y con responsabilidad.
Luego está el enfoque inversor. Aquí no hay cabida para aventuras ni para productos raros. No es un casino. La gestión se hace con cabeza, con una cartera bien diversificada y con la tranquilidad de saber que se está protegiendo el futuro de los compañeros. Yo siempre digo que gestionar el ahorro ajeno exige la misma precisión que calcular un pórtico metálico con resistencia R30. Y eso implica criterio, técnica y aplicar siempre un buen coeficiente de seguridad.
Y, por último, otro aspecto clave: la gobernanza. Las decisiones las toma una Junta Directiva elegida democráticamente por los propios mutualistas. Todo está auditado externamente y cualquiera puede consultar los informes. Esa transparencia es, para mí, una garantía de que aquí se hacen bien las cosas.
4- Una anécdota que refleje el impacto real de MUPITI
Hace un par de años, un compañero autónomo sufrió un ictus de forma repentina. Tenía contratada una póliza que incluía la Incapacidad Permanente Absoluta (IPA). En pocos días, la familia ya tenía gestionado el pago correspondiente. Fue un proceso rápido, sin complicaciones, con una atención muy cuidada. Recuerdo que su mujer me dijo algo que me dejó marcado: ‘Gracias a MUPITI, hemos podido centrarnos en su recuperación, no en las facturas.’
Ese tipo de historias te hacen ver que aquí no hablamos solo de coberturas, sino de vidas reales. Y por eso sigo recomendando MUPITI con la misma convicción con la que un ingeniero defiende un cálculo bien hecho.