Cada día, todos tenemos un sinfín de actividades y tareas que atender. Quizás, para muchos, 24 horas se quedan muy cortas, pues nunca es suficiente para todo lo que hay que hacer.
Algunos creen que la mejor solución es realizar al mismo tiempo muchas tareas. Esto es lo que se conoce como multitasking o multitarea.
En opinión de algunos, el multitasking es más fácil para los que son “nativos digitales” —nacidos en la era digital— y más difícil para los que han descubierto la tecnología ya de adultos. Hay quienes afirman y están convencidos de que practicar el multitasking tiene ventajas y que cuanto más lo hagas mejor te saldrá. Y otros opinan que te ayuda a hacer todo con mayor rapidez.
¿Qué opinas? ¿Crees que puedes hacer dos cosas al mismo tiempo? Bueno, la respuesta depende. Por ejemplo, si mientras lavas tu coche a la vez escuchas música puede que, aparte de ser más divertido, te quede limpio.
Pero no es así en todos los casos. Por lo general, cuando intentamos hacer dos cosas a la vez, si estas tareas requieren concentración, lo más probable es que ninguna salga como es debido.
Un ejemplo. Si hablas por teléfono con un cliente a la vez que estás redactando un documento para tu jefe, tienes muchas posibilidades de que ambas cosas salgan mal. Habremos perdido detalles importantes de la conversación y el documento que estamos escribiendo muy posiblemente tenga errores o, al menos, tendremos que revisarlo de nuevo, al colgar la llamada, para ver qué hemos escrito y cómo ha quedado.
Una experta en la interacción del ser humano con la tecnología, llamada Sherry Turkle, explica que, aunque pensemos que estamos haciendo bien varias cosas a la vez, en realidad nuestro rendimiento baja con cada nueva tarea que añadimos. Ella aclara que dedicarnos a varias cosas al mismo tiempo produce una reacción química en nuestro cerebro “que nos convence de que estamos trabajando cada vez mejor, cuando en realidad es al revés” (Del libro En defensa de la conversación).
Tratar de hacer varias tareas a la vez suele acabar mal pues, al tardar más tiempo o tener que repetirlo, tendremos que utilizar más tiempo y quitárselo a otros fines, como descansar, divertirnos o pasar un rato agradable con la familia y los amigos.
El psicoterapeuta y consejero escolar Thomas Kersting lo explica de esta manera: “Imagínate que el cerebro humano es como un cajón en el que uno puede archivar de forma ordenada la información que necesita. Pues el cerebro de alguien que hace multitasking sería como un cajón en completo desorden” (Del libro Disconnected).
¿Por qué no pruebas esto?
- Concéntrate en una cosa a la vez. No será sencillo si estas acostumbrado a hacer varias cosas a la vez, pero inténtalo. Ordena las actividades de mayor a menor importancia. Una vez lo hayas hecho, realiza una a una hasta terminarlas. Verás que te sale mejor y terminas antes.
- Elimina todas las posibles distracciones. Para muchos es irresistible la tentación de mirar el correo, los mensajes de texto o las redes sociales, cada vez que entra una notificación. Pon el teléfono en modo silencio o avión, pero si eso no funciona sé firme y ponlo en otra habitación. Cierra el correo electrónico, apaga la televisión y aparta cualquier documento o nota que no esté relacionada con la tarea o actividad con que te vas a poner a trabajar. Verás que el tiempo cunde más y lo aprovecharás mejor.
- Si alguien te está hablando, escúchale con atención. No mires el teléfono ni otros dispositivos mientras te están hablando. Trata a los demás como te gustaría ser tratado. Pon toda tu atención en la persona que te está hablando con la idea de entenderla y percibir qué es lo que quiere comunicarte. Verás cómo mejoran tus relaciones personales y disfrutas al 100% de las personas. Es más, seguro que adquirirás información muy interesante que, de otra manera, perderías o tu cerebro no recordaría posteriormente.
En resumen, aunque puede resultar difícil dejar de hacer varias cosas a la vez, cuando lo logras todo te sale mejor. Y seguro que estás de acuerdo en que es preferible más calidad que más cantidad. Esa es la filosofía de Mupiti, poner todos los sentidos en la satisfacción de nuestros mutualistas, ofreciéndoles la máxima calidad para que sientan que se les dedica toda la atención que se merecen.