El colectivo de la ingeniería técnica industrial tiene como prioridad y es consustancial a su actividad la protección, el cuidado y el interés por mejorar la vida de los demás.
Los actores que intervienen en ello son: El ingeniero, el Colegio y la Mutualidad (MUPITI).
El ingeniero soluciona problemas, a la vez que diseña y desarrolla elementos que simplifican nuestra vida y que la hacen más fácil.
Los Colegios profesionales, entre otras cosas, velan por nuestra seguridad supervisando que los proyectos y trabajos se ejecuten con seguridad y vigilan para detectar el intrusismo de aquellos que no tienen la capacidad ni las aptitudes adecuadas para realizar trabajos que afectan a la seguridad y a la sociedad.
Y la Mutualidad cierra el círculo y es un gran haber de la ingeniería. No todas las profesiones presumen de disponer de una institución aseguradora y de previsión social. La actividad aseguradora mejora la vida de las personas y de su entorno porque proporciona tranquilidad, y esto mejora la salud física y emocional. Pero, además, la previsión social favorece la economía familiar y la economía global.
Por ejemplo: No estamos tranquilos únicamente con tan solo cerrar la puerta de casa o el coche y poner la alarma. Tampoco porque nos aseguremos, mientras caminamos o paseamos por zonas muy concurridas, de que la cartera o el monedero siguen en su sitio.
Estas acciones por sí solas, si no se complementan con un buen seguro, no nos hacen sentir realmente tranquilos.
Pero si tenemos un seguro de vida o de accidentes estaremos bien protegidos, no solo en caso de producirse el riesgo que estos cubren; también incluso mientras no surjan. Según el doctor Charles Mayo (Cofundador de la Clínica Mayo) la inquietud o la preocupación afecta la circulación sanguínea, el corazón el sistema glandular y el nervioso.
Y el seguro alivia la preocupación porque sabemos que, cuando suceda un percance, (que puede suceder en cualquier momento) tenemos ayuda para sobreponernos a ese contratiempo y aliviar los daños. Según datos de UNESPA (Asociación Empresarial del Seguro) las aseguradoras devuelven cada hora 5,2 millones de euros que sus clientes habían perdido a causa de incidentes.
El seguro mejora y beneficia la economía familiar y la global.
Las prestaciones pagadas favorecen que sigamos con nuestros proyectos personales, económicos y colectivos, y que no se vayan al traste. Y, por otra parte, las primas de seguro se invierten de forma prudente, con vocación a largo plazo, de manera que el seguro se convierte en un proveedor de financiación estable, pues el Estado es el principal beneficiario debido a que el seguro tiene una clara vocación inversora por la deuda pública.
Sin ninguna duda, ¡qué importante es el seguro!
A pesar de estos argumentos, aún nos queda mucho por hacer: 1 de cada 25 hogares en España no tiene ningún seguro. Y la mitad de la población española NO tiene ningún seguro de vida. Y, de los que sí lo tienen, solo el 15% son profesionales liberales.
Hay quienes se arriesgan a no tener un seguro en caso de fallecimiento o invalidez porque piensan que no conviene pagar por algo que tal vez nunca suceda o que es muy improbable que ocurra. Pero ¿diríamos que llevar una rueda de recambio en el automóvil es un derroche porque quizás nunca haga falta usarla? La tranquilidad que siente el conductor, al saber que cuenta con una rueda adicional, aunque no la use nunca, compensa la inversión.
De igual manera, estar asegurado nos protege, nos da tranquilidad y esto compensa la inversión.
Y en caso de que desgraciadamente ocurriese un fallecimiento o una invalidez, entonces ahí estará el seguro para responder.
¿Estás bien asegurado? ¿Quieres que un asesor haga un estudio de tu situación?
En Mupiti estaremos encantados de ayudarte.